Aportación de los Centros Andaluces del Pueblo a las II Jornadas por la Constitución Andaluza





A continuación reproducimos la aportación que desde los CAPs "Blas Infante" de Granada, "Javier Verdejo" de Almería y "J. Félix Rodríguez" de Huelva hemos preparado para nuestra participación en las II Jornadas por la Constitución Andaluza que tendrán lugar este fin de semana en Sevilla.


En el pasado siglo, se crean los Centros Andaluces, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de los andaluces y andaluzas, de unos espacios culturales desde los que recuperar la cultura y la identidad andaluza.


Fue el 22 de Octubre de 1916, hace ya un siglo, cuando se inauguró el Centro Andaluz de Sevilla, con una conferencia de Blas Infante. Se constituyen como -según expresa la revista Andalucía en Febrero de 1917- “una organización contrapuesta a la actual de los partidos caciquiles organizados en jefaturas y clientelas”.


En Abril de 1916 se emitía el manifiesto de los Centros Andaluces, en el que se fijaban los objetivos de los mismos. Decía así: “...unir las ciudades y las provincias andaluzas, fomentando el espíritu nacional. Como unidad constituida por todas ellas se destaca Andalucía enfrente de las demás regiones. Desde los tiempos primitivos, no obstante las disgregaciones artificiales interiores, siempre se ha reconocido la unidad de Andalucía, resultado de haber habido siempre en su territorio un pueblo de carácter, personalidad o ingenio distinto de los demás de España, lo suficientemente distintos para producir una diferenciación regional. (…) En suma: nos proponemos crear un pueblo culto, viril, consciente y libre, capaz de sentir y de amar y de defender el ideal”.


Esta tarea que se impusieron los Centros Andaluces del siglo pasado la vemos tremendamente cercana al carácter anticapitalista de los CENTROS ANDALUCES DEL PUEBLO del Siglo XXI. Tanto en el S. XX como en el XXI, la actividad de los centros andaluces no se circunscribe exclusivamente al ámbito cultural; también el político y el reivindicativo forman parte de la idiosincrasia de los Centros Andaluces. Hoy los CENTROS ANDALUCES DEL PUEBLO, además de ser impulsores de la difusión cultural andaluza, tienen en el activismo político y social, una de sus principales características, participando y promoviendo manifestaciones contra la OTAN, contra las Bases militares, contra las guerras y las agresiones imperialistas, participando en los homenajes a andaluces asesinados por el Estado español, como los de Caparrós, Verdejo o el propio Blas Infante, al igual que aquellos CENTROS ANDALUCES que el siglo pasado se manifestaban contra la carestía de la vida, portando una pancarta que decía “VIVA ANDALUCÍA LIBRE¡¡ MUERTE A LOS CACIQUES¡¡ (primera referencia al “viva Andalucía Libre”, en un acto reivindicativo y de clase). El nacionalismo revolucionario andaluz, empezaba a ser un problema para las clases dominantes, por el cuestionamiento del reparto de la riqueza, la denuncia del estatus político colonial de Andalucía y la acusación de podrido y corrupto al sistema político español.


Por todo lo anterior, es inevitable constatar las semejanzas entre los CA y los CAP. En un comunicado conjunto de los CAPs el pasado 20 de junio se decía:


- La actividad de los Centros Andaluces del Pueblo se basa en principios liberadores como:
- La autogestión como principio de funcionamiento y garantía de una acción cultural libre y no supeditada a los intereses de las clases dominantes.
- El fomento de la cultura popular andaluza como instrumento de vertebración y liberación del Pueblo Trabajador Andaluz.
- La aspiración a la recuperación de la soberanía andaluza como un ejercicio de conquista de la lucha popular, no como una concesión (imposible) de los poderes establecidos.
- La consideración del Pueblo Trabajador Andaluz como protagonista de la lucha por su emancipación social, política y también cultural y la emancipación del país andaluz.



En el S. XXI, casi un siglo más tarde, vuelven a surgir otros centros andaluces con los mismos objetivos que los impulsados por Blas Infante, los Centros Andaluces del Pueblo, una evolución de los creados el siglo pasado, actualizados a las necesidades de los andaluces/as del S. XXI.


Los CAPs, no pretendemos ser una vanguardia cultural, tampoco profetas ni directores de nada. Somos pueblo y clase trabajadora y como tal, queremos avanzar en la toma de conciencia nacional y conciencia de clase, de una forma autogestionada, asamblearia, desarrollando una forma colectiva de acción cultural. Para nosotros, la cultura no es algo exclusivo de la “clase intelectual”, ni nos sometemos al modelo cultural dominante que ha hecho de la cultura un artículo de consumo, encaminado al sometimiento y alienación de la población. Tenemos la firme decisión de utilizar la cultura como herramienta de liberación, llevando la lucha de clases al ámbito cultural, enfrentando al modelo cultural capitalista allí donde las circunstancias lo exijan, sin limitarnos a los espacios que tradicionalmente se le ha dado a la cultura, colegios, universidades, salas de conferencias…en definitiva, espacios cerrados.

Novedades editoriales de octubre


Libro "LA LUCHA DE CLASES. Una historia política y filosófica" Domenico Losurdo, 438 páginas, 25 €
La crisis económica se ha cebado en los trabajadores, y cada vez se oye hablar más de la necesidad del retorno de la lucha de clases. ¿Pero estamos seguros de que esta había desaparecido? Porque la lucha de clases no es sólo un conflicto entre la clase propietaria y los trabajadores que dependen de ella. También lo es “la explotación de una nación por otra”, como denunció Marx, y “la opresión de la mujer por el macho”, como escribió Engels. Así pues, estamos en presencia de tres diferentes formas de lucha de clases, dirigidas a cambiar radicalmente la división del trabajo y las relaciones de explotación y opresión que existen a nivel internacional, o en un solo país, o en el seno de la familia. 
Dados los acontecimientos que marcaron el paso del siglo XX al siglo XXI, la teoría de la lucha de clases es hoy más necesaria que nunca, a condición de que no derive en un populismo fácil que lo reduzca todo a un choque entre “humildes” y “poderosos”, haciendo caso omiso de la multiplicidad de las formas del conflicto social.

Libro "DIECISIETE CONTRADICCIONES Y EL FIN DEL CAPITALISMO" David Harvey,  293 páginas, 22 e
Este libro pretende comprender las contradicciones del capital como conjunto de vectores dinámicos que ordenan las fuerzas primordiales del comportamiento estructural de las sociedades capitalistas en los múltiples aspectos de su organización social, económica y política. Esas contradicciones, que David Harvey clasifica en fundamentales, cambiantes y peligrosas, son las que configuran el presente de nuestras sociedades y las que marcan el horizonte de su transformación, en tanto que las dinámicas del capital son las que rigen los macrocomportamientos de las distintas subestructuras que configuran su reproducción. En su opinión, los movimientos sociales y las fuerzas políticas que luchan por construir un mundo no organizado por la barbarie y la catástrofe solo pueden alcanzar unas condiciones mínimas de eficacia si parten de un diagnóstico certero de cuáles son las fuerzas que conforman el estado actual de las cosas. El análisis opta por la minuciosa reconstrucción de las diecisiete contradicciones que el autor considera esenciales para explicar la reproducción social de las sociedades actuales, para dilucidar sus potenciales tendencias a la crisis y para explorar las vías de acción de los movimientos revolucionarios que dejarán su sello en las próximas décadas y transformarán de raíz el orden social actual. En este sentido únicamente pueden existir movimientos antisistémicos transformadores si estos cuentan y construyen una teoría apropiada de las características sistémicas de la estructura capitalista, que él elabora utilizando toda la panoplia de los constructos marxianos y marxistas que ha trabajado incansablemente durante los últimos cuarenta años con unos resultados deslumbrantes a la hora de renovar la caja de herramientas marxista.
Excelente mapa, necesaria hoja de ruta para organizar la lucha de clases en el siglo XXI y la revuelta global, regional y local contra la lógica del capital y las formas de explotación y dominación, que ofrecen al 99 por 100 de la población del planeta un presente de crisis y de desastre social y un futuro de desolación y caos sistémico. Y tal vez para diseñar la superación definitiva del capitalismo.


Libro "LA BRECHA.La injusticia en la era de las grandes desigualdades" Matt Taibbi, 448 páginas, 25 e
Durante las dos últimas décadas, en Estados Unidos se ha asistido a un curioso misterio estadístico: la pobreza aumenta, el crimen disminuye y la población reclusa se duplica. Sin embargo, no todo el mundo pasa por la cárcel. Gracias a un sistema judicial diseñado a la medida del nuevo culto a la riqueza y el poder, la gran mayoría de los delincuentes de cuello blanco han logrado eludir la cárcel desde que empezó la crisis financiera, mientras que pobres y miembros de minorías étnicas acaban en prisión de manera casi automática.
La desigualdad de ingresos se traduce en desigualdad ante la justicia cuando analizamos quién es objeto de persecución penal y quién no. El fraude de las clases privilegiadas se lleva por delante el 40 por ciento de la riqueza mundial, pero nadie va a la cárcel; en los barrios pobres de las grandes ciudades, decenas de miles de personas son detenidas al cabo del año por el delito de estar en la calle. Esta brecha es la que permite el fraude masivo e impune. Taibbi propone un viaje por ambas caras del sistema de justicia: por un lado, casos como el sorprendente saqueo de Lehman Brothers que precedió al colapso financiero de 2008, o como la conspiración de un grupo de multimillonarios, gerentes de fondos de alto riesgo, para arruinar a una compañía rival. Por el otro, las redadas de inmigrantes promovidas por un sistema de bienestar que trata a sus beneficiarios como ladrones.


Libro "LAS 100 PALABRAS DEL MARXISMO" Gérard Duménil, Michaël Löwy y Emmanuel Renault, 128 páginas, 9 e
A pesar de que rechazó el término durante toda su vida, el marxismo es en primer lugar el pensamiento de Karl Marx, pensamiento de  una riqueza extraordinaria y en constante evolución. Pero lo que el marxismo debe a Marx es indisociable de lo que le debe a Engels, coautor de –entre otras obras– el Manifiesto comunista, y editor póstumo de los volúmenes 2 y 3 de El capital. Después de su muerte, sus ideas fueron desarrolladas de muy diferentes maneras por los pensadores y las corrientes políticas que reclaman ser sus herederas. Incluso hoy en día se inspiran en él los discursos más radicales frente al orden capitalista.
En 100 entradas, este libro arroja luz sobre los conceptos fundamentales del marxismo y da cuenta de cómo se han imbricado los debates políticos, económicos y filosóficos en el corazón de cada uno de ellos.

Presentación de "Siria es el centro del mundo" con J.A. Egido


El miércoles 19 de octubre tendremos en el CAP "Blas Infante" al profesor Jose Antonio Egido presentándonos su libro "Siria es el centro del mundo".
Será a partir de las 19 h.

Los Centros Andaluces del Pueblo ante el 12 de octubre


Los Centros Andaluces del Pueblo (CAP) queremos manifestar nuestro más enérgico rechazo tanto a la celebración del 12 de Octubre como día de la hispanidad como a los actos preparados para el próximo 2017 en nuestra tierra celebrando y festejando ese mal llamado “encuentro entre culturas” como los poderes hipócritas pretenden llamarlo.

Celebrar ese supuesto descubrimiento supone ignorar u omitir que allí vivían sobre 60 millones de personas y que 100 años después de la llegada de Colón sólo quedaban sobre 3 millones y medio de personas. Por lo tanto lo que allí se produjo fue un genocidio en toda regla.

No hubo encuentro porque ambas civilizaciones no decidieron encontrarse de mutuo acuerdo, intercambiando conocimientos y experiencias, sino que unos fueron conquistados y diezmados mediante la violencia, el engaño, saqueo, enfermedades, la cruz y la espada.

Se produjo la destrucción de culturas milenarias que habían habitado esas tierras con amplios conocimientos en matemáticas, agricultura, astronomía, etc

Se produjo un saqueo , robo y destrucción de los recursos naturales, en aquella época , principalmente oro y plata. Robo que continua hasta nuestras fechas mediante multinacionales amparadas por el imperialismo.

La tierra andaluza, principal punto de partida de las expediciones y punto de entrada de las riquezas expoliadas no obtuvo beneficio alguno de tal felonía. La propia conquista de Al Ándalus fue la antesala necesaria y campo de pruebas para la conquista americana. Nuestra tierra se llenó de indeseables y mercenarios en busca de fortuna. La economía andaluza se orientó hacia el sostenimiento material de los conquistadores del continente americano a la vez que se perseguía a los andaluces que se resistían a someterse a la conquista castellana en este lado del océano.

La casi totalidad del exterminio de la población nativa trajo consigo otras muestras de barbaridad y genocidio como fue la implantación de la esclavitud traída de África como mano de obra necesaria para satisfacer las demandas de los conquistadores.

Denunciar el papel de la iglesia como arma necesaria para llevar a cabo la dominación y el latrocinio.


Por todos estos motivos y muchos mas, los Centros Andaluces del Pueblo denunciamos la agresión que entonces sufrieron los pueblos indígenas de ambos lados del océano Atlántico y la que actualmente siguen sufriendo y solicitamos que no ese día, sino todos los días sirvan para pedir perdón y recordar las atrocidades cometidas; sirvan para desde el reconocimiento mutuo estrechar lazos de solidaridad y compromiso con todos los pueblos americanos y sirva para exigir el derecho de los pueblos a la autodeterminación sin ningún tipo de agresiones exteriores ni presiones imperialistas.

CAP José Félix Rivera, CAP Blas Infante, CAP Javier Verdejo.
Andalucía 10 de octubre de 2016.